Es imprescindible entender lo que se lee para poder resolver un problema matemático. Nos encontramos con muchos alumnos que llegan incluso a Bachillerato que no son capaces a comprender lo que les dice un problema, y por tanto incapaces de resolverlo. Hacen por hacer, multiplican porque están en el tema de multiplicar, o dividen porque es el tema de la división. Pero en realidad no saben por qué lo hacen.
Nuestro objetivo es, evidentemente, resolver este problema, esta situación. En las clases de refuerzo trabajamos ampliamente la resolución de problemas. Con ello vamos a lograr, entre otras cosas, que nos demos cuenta si entienden los conceptos, si tienen una lectura comprensiva, si tienen estrategias y capacidad para utilizarlas…
Hay muchísimas actividades diferentes que podemos utilizar. No solo se aprende a resolver problemas resolviendo problemas. Pretendemos que se adquiera habilidad a la hora de enfrentarse a un problema, pero de una forma amena, divertida, razonada, participativa, y ellos poco a poco irán adquiriendo esas estrategias imprescindibles.
Queremos que un niño sea autónomo a la hora de resolver problemas, que no necesite que nadie le diga qué tiene que hacer ni cómo, que quiera resolverlos, que no le asusten y no los vea como un obstáculo. Que tenga herramientas suficientes para resolver problemas.