El rayo de calor

En 213-211 a. C. los romanos sitiaron Siracusa, ¿y a que no sabeís a quién le encomendaron que organizara la defensa de la ciudad? Pues al de «la bañera«.

Arquímedes diseñó un sistema de espejos ustorios que reflejaban la luz solar concentrándola en los barcos enemigos y con la finalidad de incendiarlos.El artefacto, fue considerado un rayo de calor y os explicamos como funcionaba:

 

El espejo ustorio es un espejo cóncavo (imagen de la derecha) de gran tamaño utilizado para concentrar en su foco los rayos solares o de un cuerpo en combustión y aprovechar con fines bélicos el gran calor que produce. Su nombre proviene de la palabra latina ustoris,  que significa «el que quema».

 

 

Volviendo a la leyenda de la defensa de Siracusa, ¿mito o realidad? La verdad es que mucho se ha escrito y debatido desde aquel tiempo sobre si la hazaña de Arquímedes sólo fue un mero hecho publicitario sobre su capacidad científica, si bien la flota no consiguió tomar Siracusa, quizás algo tuvo que ver también el ejercito defensor. Pensemos un poco:

Necesitaríamos mucho tiempo para focalizar la luz en un punto fijo, para concentrar calor por lo que:

–Los barcos romanos deberían estar anclados

–En el mar los barcos tienen un balanceo natural que impide la acción fija del rayo

–Esta acción no es instantánea, es necesario aplicar el rayo en un punto fijo durante un largo período de tiempo

–Se necesitarían una cantidad ingente de espejos porque suponemos que la flota romana no estaba formada por un solo barco.

 

 

Hoy en día, esta idea de  se utiliza en conjunto de espejos situados en torres que concentran la luz del sol en centrales eléctricas termosolares.

 

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